La Sala El Sol cumple 40 años siendo un referente de la escena musical de Madrid. Entrevistamos a su programadora, Mar Rojo.

Mar Rojo (Madrid, 1982) es programadora en la sala El Sol, además de otras tantas cosas porque si algo la define, es que no para. Además, es miembro de M.I.M. Mujeres en la Industria Musical, asociación profesional que “nace con el objetivo de velar por el cumplimiento de la igualdad efectiva de mujeres y hombres en el sector de la industra musical.” 

Este año se celebra el 40 aniversario de la la legendaria sala y Mar está completamente inmersa en la preparación de los fastos de las cuatro décadas. El testigo como programadora de la sala lo ha recibido de Marcela San Martín, que hizo de El Sol el lugar al que todos queríamos ir. Profesionalidad, buen gusto y todo el garbo son sólo algunas de las cualidades de la incombustible San Martín. 

El oficio de Mar no es fácil. Lleva las riendas de, tal vez, la sala más emblemática de Madrid, en una ciudad cambiante, compleja y poliédrica donde la industria cultural se parece mucho a un ejercicio de ginmasia de resistencia.

1. Mar, tienes un currículum amplio y diverso ¿Cómo empezaste a trabajar en la industria musical? 

Siempre he trabajado en el mundo de la cultura, principalmente en producción, y hace ya unos cuantos años, cuando formaba parte de una banda y pronto me di cuenta de que se me daba bastante mejor toda la parte de gestión y organización de nuestra actividad  que lo meramente musical, y desde entonces he hecho de tour manager, stage maganer he trabajado en hospitality, promo, ticketing, producción y por supuesto en programación (antes de El Sol en la sala Moby Dick y con mi promotora La Estanquera). 

2. ¿Después de 40 años, qué sigue aportando la Sala Sol a la noche madrileña? ¿Cuáles son los secretos de salud y belleza de la sala tras 4 décadas en la brecha? 

El Sol es toda una institución gracias sin duda al equipo humano, y al cariño con que se ha trabajado todo este tiempo, no hay que subestimar su localización, el público fiel y la capacidad de regenerarlo, tampoco el haber sido escenario de las transformaciones sociales de nuestra ciudad. Cada día trabajamos para que esté a la altura del público que nos visita. 

3. Marcela San Martín ha estado durante 20 años gestionando la programación de El Sol y, ahora la llevas tú. Es algo precioso y necesario que seáis mujeres y es un ejemplo de que cada vez  tenéis más puestos de responsabilidad ¿Te dio Marcela algunos consejos cuando empezaste en la sala? ¿Sentiste presión?

Cada día somos y seremos más. Contra viento y marea. Y esto va a suceder le pese a quien le pese. 

Por otro lado, cuando hace ¿lustros? conocí a Marcela lo primero que aprecié fue su generosidad. Hace justo un año al comentar que estábamos cerrando un ciclo en lo profesional y hablarme del puesto, supe que iba a estar ahí para aconsejarme en todo, ha sido casi ¡una guía espiritual!. Además he tenido el pleno apoyo de mis compañeros, así que cuando cuentas con las mejores herramientas, la presión, por suerte, disminuye.  

4. Mucha gente aún no se da cuenta, pero está claro que, por más que digan las leyes, la igualdad real aún no se ha conseguido, y además, hay serias amenazas de sufrir un retroceso en materia de igualdad. Explícanos la función de MIM y qué aporta.

Estamos muy muy lejos de conseguirla, más aún desde la perspectiva de un feminismo interseccional. En MIM soy una de las más de 350 socias, y aunque queda muchísimo trabajo por delante, se han conseguido importantes logros, entre otras cosas generar visibilidad, señalar la segregación horizontal (en ciertos roles) y vertical (pocos papeles de responsabilidad), se está trabajando en el primer estudio del sector con perspectiva de género – junto a la universidad Carlos III-, en proyectos educativos en todo el territorio, en un código de buenas prácticas en empresas y otras muchas cosas, etc.  Animo a conocer este lugar de encuentro entre compañeras (por redes, en la web). 

5. ¿Te condiciona la música que te gusta cuando programas? 

Más que un gusto concreto o una querencia por un cierto estilo, me condicionan la calidad y solvencia de los proyectos, también la acogida que puedan tener entre nuestro público y sobre todo valoro la confianza que me inspiran las promotoras con las que trabajamos. 

6. La Ciudad, Madrid, se debate entre dos polos, entre una ciudad plural y otra más cerrada, está claro que con el cambio de alcaldía, sientes que ejerces un acto de resistencia, aunque sea simbólica? 

Madrid es y ha sido una ciudad abierta gracias a la gente que vive/pasa por aquí, independientemente de sus regidores. El Sol ha sido lugar de encuentro de cultura y contracultura de la ciudad, si miras los carnets de socios de cuando se abrió hace 40 años, había una mezcla increíble. Por eso y más seguimos trabajando para que El Sol sea un espacio libre y seguro para todo el mundo. Esto es una prioridad en tiempos en los que se podrían llegar a confundir ciertas actitudes como legítimas. Por otro lado, creo en los actos de resistencia individuales, pero sobre todo en la fuerza de las acciones colectivas; considero que tienen más valor y suman más que las que provienen de la iniciativa privada. En cualquier caso,  confío en que el actual Ayuntamiento continuará con las políticas culturales de demostrada valía, como las ayudas a la música en directo, el nuevo rumbo de los Veranos de la Villa, el impulso de una cierta descentralización y demás iniciativas que pongan la cultura y la música en el lugar que se merece.

7. Como testigo privilegiada de la noche cultural madrileña, ¿Qué cambios notas respecto a cuando empezaste? 

Tal vez por ir cumpliendo años, me entusiasma ver a gente muy joven montando conciertos y fiestas inclusivas que crean comunidad… en espacios públicos, sitios consagrados y también en nuevas localizaciones. Ese cambio o renovación en la gestión y en los públicos, se refleja por supuesto también en la música, repetir el mantra de ‘en mi época era mejor’ me parece obtuso. Yo noto una apertura, una pluralidad, una curiosidad y ganas de disfrute que me maravillan.  

8. Es el cuarenta aniversario. Cuéntanos, por favor, todo lo que estáis planeando. 

Hasta finales de año vamos a tener una programación muy potente, tanto en la noche (con la última gira del mítico Alexander Robotnick, las fiestas de colectivos como VOLTA; Queer,  Flechazo, El Cuerpo del Disco, El Sótano….) como por supuesto en los conciertos.

En cuanto a los directos, habrá que estar atentas a la programación pero se pueden adelantar nombres que van en la línea más clásica de El Sol (The Long Ryders, Charlie Crockett, Eillen Jewell) y otros que se abren a nuevos sonidos y bandas más jóvenes (Ruiseñora, Blanco Palamera, Hnos Munoz, Deva, Monterrosa), habrá giras internacionales (The Dream Syndicate, Nilufer Yanya, Nikki Lane, The Long Ryders, Jay-Jay Johanson, Palace o Black Midi) y por supuesto artistas nacionales como Airbag, Sex Museum, Havalina, Kokoshca o Delaporte,  Me hace especial ilusión abrir el aniversario con Tulsa y Ainoa Buitrago dentro de las Sesiones Ruido.  

Además de la programación especial, estamos preparando una exposición fotográfica en la sala que recorrerá las cuatro décadas de actividad, y seguiremos con los encuentros sectoriales que analizarán la situaciòn del ocio cultural en Madrid. 

Gracias por la entrevista. ¡Que salga muy bien ese 40 aniversario!