Los NY PopsUp es una de las maneras que Nueva York ha ideado para revitalizar el mundo de la cultura y el espectáculo que son una parte fundamental de la ciudad y que, además, ha afectado a miles de trabajadores.
La inauguración de este programa se hará el próximo sábado en el Jatvis Center con el contratenor Anthony Roth Constanzo, la cantante Cécile McLorin y la bailarina Ayodele Casel.
El resto de espectáculos, que se prolongarán hasta septiembre, se harán en escenarios urbanos o museos sin previo aviso para evitar que se acumule demasiada gente. En él participan músicos, actores, humoristas de primer nivel que mantienen un fuerte vínculo con la ciudad.
Lo que Mark Cuomo (gobernante de Nueva York) y Bill de Blasio (alcalde) tienen claro es que “la ciudad que nunca duerme” necesita recuperar su idiosincrasia, y son conscientes de que la cultura y el espectáculo son inseparables de Nueva York.
Uno de los hechos más interesantes es que los espectáculos están articulados en torno al 20 aniversario del festival de Tribeca y es una manera de que los NYPU tengan cierta profundidad, quitándoles la etiqueta de anécdota.Afortunadamente, la idea tiene algunos precedentes y no es la primera vez que se hace algo similar durante la pandemia:
Escaparates vacíos, escaparates sonoros.
El Kaufman Music Center (un complejo que engloba diversas escuelas creativas), puso en marcha en marzo del año pasado los Musical Storefronts. Consistía en ubicar a los artistas detrás de los escaparates vacíos de las tiendas con la música amplificada en la calle. Así, los viandantes podían disfrutar de forma inesperada de la música tocada por algunos de los mejores instrumentistas de la ciudad. Uno de los aciertos de este proyecto fue que las obras se adaptaron a extensiones más breves y adecuadas para el peatón. Entre los distintos objetivos, está que los músicos, la mayoría sin trabajo desde marzo, gracias a estas acciones puedan seguir cobrando por su trabajo. En este caso, están apoyados económicamente por la Fundación Alphadyne. (En el caso de las “NY PopUps”, la financiación es público-privada).
La furgoneta de la música
En los conciertos Bandwagon, algunos músicos de la Filarmónica de Nueva York, (que tuvo que suspender de empleo a más de la mitad de su personal) recorrieron desde agosto hasta octubre del año pasado los distintos barrios de la ciudad de Nueva York. Iban en una furgoneta Ford blanca y roja (la popular NY Phil Bandwagon) donde llevaban todo lo necesario para el concierto en la calle: equipo, micrófonos, vallas, atriles y hasta conos de tráfico para la seguridad. Al aire libre y sin anunciar ofrecían un repertorio que recorría desde el barroco hasta piezas de Broadway pasando por clásicos del jazz.