HAMBRE, KIKO VENENO

Lo de Kiko Veneno continúa siendo un misterio maravilloso. Con 45 años de carrera y tras dejar el listón muy alto con su anterior trabajo “Sombrero Roto”, el maestro ha regresado con “Hambre” un álbum con el que vuelve a demostrar por qué es uno de los músicos más influyentes de la música española. Kiko sigue haciendo de la sencillez un puñal que con ingenuidad e ironía que se te clava de una forma amable, Kiko son melodías bajo estribillos naif que encierran tremendas verdades, pero Kiko es ante todo lírica sabia y cercana: “Ser pobre no es delito, es una necesidad”, “Lo que más duele es no saber por qué te duele”. En “Hambre”, un disco compuesto al calor de la pandemia y marcado por la pérdida de su madre vuelve a hacer de lo cotidiano algo grandioso, sin renunciar a la experimentación, a mezclar lo triste con lo alegre, a obligarnos a pensar, llorar y luego devolvernos una sonrisa. Los coqueteos con la electrónica, el flamenco, el pop, los sonidos luminosos, las brumas sinuosas, son una señal inequívoca de que el genio creador sigue hambriento y que volverá a demostrarnos que no todo está inventado.